Seguramente has escuchado nombrar el término “nórdico” , una tendencia con bastantes características y una belleza particular, pero… ¿sabes porqué se llama así, de donde surge y cómo se puede aplicar ?
Cuando hablamos de este tipo de diseño nos referimos a los países del norte de Europa. En sus inicios únicamente Noruega y Suecia, aunque con el paso del tiempo, el concepto se ha extendido a otros países como Dinamarca, Islandia y el resto del mundo.
El objetivo principal de los pioneros del diseño nórdico o escandinavo era mezclar lo mejor de ambos mundos, por un lado materiales como la madera y lo natural y por otro el aprovechamiento de lo moderno en cuanto a mobiliario y decoración, también buscaban crear entornos cómodos y luminosos.
La razón de ser de este estilo es siempre buscar la mayor claridad posible, por lo que no es común ver cortinas con telas muy gruesas que opaquen la luz, por lo general se dejan las ventanas y ventanales descubiertos para que entre la luz natural en todo su esplendor.
En cuanto a los colores es muy común el uso de tonos claros y cálidos que hagan juego con el mobiliario, Los toques de color se añaden mediante los complementos, los textiles, las lámparas o incluso los cuadros. Una de las combinaciones más usadas del estilo nórdico es el contraste entre blanco (el color que domina) y negro (el secundario)
La decoración nórdica suele ser muy sobria y tranquila, aunque también puede se puede jugar con los estampados para darle un toque alegre y divertido al lugar, los rombos y rectángulos se combinan con colores de la gama de los pastel, es común verlos en la cojineria e incluso en paredes.
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